Tan bonita y sin novio…
¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase? Quizás hasta ha llegado a convertirse en un refrán común de la cultura popular.
Las mujeres nos vemos más bonitas siendo felices, y eso implica cualquier estado civil que exista.
Somos bellas solteras, casadas, divorciadas, comprometidas o en cualquier etiqueta que quieran ponerle. No necesitamos a un hombre para brillar, así como las estrellas.
La verdad es que, si no tenemos novio, no es cuestión de belleza, sino por decisión propia.
Probablemente hay varios seguidores tocando nuestras puertas por una oportunidad, pero queremos esperar a un amor que valga la pena o simplemente, disfrutar de nuestro tiempo a solas.
Somos bellas al ser libres y espontáneas, al elegir de manera consciente lo que queremos en nuestra vida, al hacernos responsables de nuestras elecciones, al luchar por lo que nuestras antepasadas defendieron con uñas y dientes.
Tener novio no es un requisito para ser exitosa, ni un trámite obligatorio. Por eso, la próxima vez que me digan esta frase, haré oídos sordos, porque solo nosotras entendemos lo que hemos escogido vivir.